Por ello voy a destacar en este post unas pocas citas de autores de conocido renombre, todas ellas contrarias a la idea del geocentrismo.
La primera de ellas es de un autor anónimo, aunque de sobra conocida. Si alguien objeta que un autor anónimo carece de credibilidad le recomiendo que tenga también en cuenta que el Génesis es anónimo. La cita dice así:
¡Que paren el Mundo, que me bajo!Obviamente, esto implica que el Mundo está en movimiento.
Si esta primera cita aún les produce alguna duda puedo añadir esta otra procedente de la obra del ilustre Dr C. Garthell:
Verás que todo el mentira,verás que nada es amor,que al Mundo nada le importa...¡Gira!... ¡Gira!...Que como pueden ver no puede ser más explícito. Pero no es el único que favorece este punto de vista. Destacemos también las obras de A. Schelenthanno y S. D' Almma:
Gira, il mondo giraDonde no solo refuerzan la falsedad de la idea geocentrista, sino que además eliminan cualquier tipo de cota superior para las dimensiones del Universo.
Nello spazio senza fine
Mi última cita es especialmente importante pues el autor, el poco reconocido Dr. Koz, nos muestra cual el la verdadera causa del movimiento del Mundo. Causa que esperemos que pronto esté incluida junto con las otras cuatro fuerzas fundamentales de la Naturaleza:
Y si ves el mundo girar
es porque las muñecas han puesto la cadera a funcionar
Y por último la prueba definitiva de que el Mundo gira. ¡Véanlo con sus propios ojos, incrédulos!
En relación a la última entrada de los geocentristas, en
ResponderEliminarhttp://geocentrismo.blogspot.com.es/2013/02/equivalencia-cinematica-y-dinamica.html
Le he dejado lo siguiente:
Puede encontrar el artículo en ArXiv http://arxiv.org/abs/1301.6045
Al respecto, creo que, de nuevo, sólo tenemos lo usual, una referencia sacada de contexto insinuando, aunque cierto es que sin llegar a afirmarlo, que concuerda con las tesis geocentristas, cosa que, por supuesto, no hace.
Veamos un par de cosas. Primero, el estudio se centra en comparar un sistema heliocéntrico con el de Tycho modificado, pero, y me gustaría enfatizarlo, considera una Tierra en rotación. Prueba de ello es que puede comprobar la figura 3, en la pág. 9, y verá que trata de la trayectoria de Marte vista desde la Tierra, pero, lo comprobará, con un período de 7 años, no con una rotación completa alrededor de nuestro planeta cada 24 horas.
Así pues, nada que ver con su modelo, que sigue sin tener ninguna plausibilidad física. Su modelo, desde un punto de vista dinámico, no tiene nada que ver con estos dos, ya que no postula ninguna fuerza que haga que Plutón orbite a una velocidad cercana a la de la luz sin que salga disparado. Un absurdo como otro cualquiera.
Por lo demás, me gustaría indicarle que todo el mundo sabe que el modelo de Tycho, sin Tierra en rotación, es equivalente geométricamente al heliocéntrico. Basta un cambio de sistema de referencia.
Ya en tiempos, en el blog de JuanC, les pedí un análisis del movimiento de Marte visto desde la Tierra, y eso es lo que hace este artículo. Note que, en esencia, viene descrito por el lagrangiano 4.7 que, oh curiosidad, no puede ser resuelto, por lo que da una aproximación numérica, que es la figura 3.
Es evidente que el lagrangiano 4.7 no tiene solución porque es un problema de 3 cuerpos, y ya Poincaré en 1889 demostró que carecía de solución analítica, no es que sea complicado. Ahora bien, la solución numérica coincide casi por completo con la figura 4.2 que es el resultado del punto de vista heliocéntrico, y que es aproximado, porque trata de dos problemas diferenciados de 2 cuerpos, por una lado, el Sol-Tierra y por otro el Sol-Marte, ambos sendas elipses con el Sol en uno de los focos, como ya dijera Kepler, y donde cambiamos el sistema de referencia, colocando el centro en la Tierra, por lo que nos sale dicha figura. Puesto que una elipse es una ecuación de grado 2 tanto en la x como en la y, la figura indicada corresponde a una ecuación de grado 4 en el plano, que debe coincidir en mucho, con la solución que correspondería al problema de 3 cuerpos, pero sin ser del todo igual. Y así, el gráfico de la figura 2, cambio de coordenadas, coincide casi por entero con el de la figura 3, solución numérica del lagrangiano 4.7.
Ahora bien, la fuerza subyacente que proporciona dicha trayectoria, ¿tiene existencia ontológica? Pues no tiene porqué, porque, como le digo, es exactamente del mismo tipo que la que proporcionaría la Tierra centrada en Marte. Es meramente un subterfugio como resultado del cambio de coordenadas. Note lo que el autor dice en su conclusión:
"This analysis can be done on any other celestial body observed from the Earth. Since Sun and Mars are chosen arbitrarily, and there is nothing special about Mars, one can expect to come up with the same general conclusion".
Efectivamente, al igual que ha elegido un cuerpo arbitrariamente para calcular su trayectoria, lo mismo es aplicable para el centro de referencia, pues todo el artículo es aplicable al movimiento de la Tierra visto desde Marte, lo que en esencia viene a decir que no hay nada especial en la Tierra, ¿o acaso lo hay?